<%@LANGUAGE="JAVASCRIPT" CODEPAGE="CP_ACP"%> Historia de Salvatierra
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Con origenes muy anteriores a la presencia española, Salvatierra tiene su asiento sobre el fértil Valle de huatzindeo, esta es una voz tarasca a las que se han dado las más diversas acepciones: "Lugar del hermoso monte", "Amenidad del río", "Lugar de hermosa vegetación" o "Lugar de doncellas de Dios", los vocablos existentes en la región prueban que Salvatierra fue una zona habitada por tarascos, aunque algunos vestigios arqueológicos sugieren también la presencia tolteca, especialmente en las ruinas del templo dedicado a Echecate (dios del viento) en el poblado de la Quemada.

Muy vasta es la cerámimca del patrimonio arqueológico Salvaterrense; en gran parte de ella puede distinguirse la enorme influencia de la Antigua cultura Chupícuara.

Ya en época de la conquista, la evangelizacion de la zona se hizo posible gracias a los avances en la fundación de los pueblos y la conversión al cristianismo del cacique de Yuririapúndaro, primero a traves de misiones periódicas de los frailes franciscanos y después con su histórico "Hospitalillo" en la doctrina de San Buenaventura de Huatzindeo, cuya fundación se hizo en 1564.

Hacia 1630, el pueblo de Huatzindeo se había convertido en un pueblo de españoles casi exento de indios, esta circunstancia propició que el grupo de europeos ya arraigados en el valle, acordara la creación de una ciudad que funcionara independientemente de la Villa de Celaya de cuya jurisdicción dependía, la petición llegó a manos del entionces Virrey de la Nueva España Don García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra y Marqués de Sobroso, escrita por don Gabriel López de Peralta ofreciendo para tal menester "50 sitios de estancia para ganado mayor y diversas caballerías de tierra que le pretenecían a cada sitio, con el derecho de agua sobre el río grande, zanjas, tomas y presas por merced en aquel puesto, en aquel paraje que llaman San Andrés Chochones, donde están congregados hasta 40 vecinos españoles con familias y casas, se funde una ciudad que se llame San Andrés de Salvatierra, pues se ha de fundar en dicho gobierno de vuestra excelencia"

Junto al ofrecimiento de Don Gabriel López de Peralta, casi simultáneamente llega a manos del Virrey la solicitud de Don Agustín Carranza y Salcedo, canciller y registrador de la Real Audiencia, escribano público en ejercicio y poder-habiente de los vecinos de San andrés Chochones, apoyando a López de Peralta y precisando las capitulaciones. De esta manera el 9 de febrero de 1644, el Virrey García Sarmiento de Sotomayor firma el ordenamiento para la fundación de la ciudad.

"Por la presente, en nombre de su majestad y como su Virrey y lugarteniente, concedo licencia y facultad para que en dicho puesto y congregación del antiguo pueblo de los chochones, se funde y pueble una ciudad de españoles conforme a la traza que se diese con toda pulicia que se intitule y llame la ciudad de San Andrés de Salvatierra ahora y siempre jamás"... Así, bajo cédula real firmada por el Virrey de la Nueva España, nace este histórico asentamiento que obtuvo el rango de ciudad antes que cualquiera de las poblaciones que conforman el actual estado de Guanajuato.